El productor ejecutivo compartió los detalles sobre la realización de este melodrama familiar, cuya historia —originalmente elegida por el fallecido productor Nicandro Díaz— llegó a sus manos en un momento clave de su carrera.
“Fue una gran oportunidad que me dio TelevisaUnivision”, comenta Sada. “Venía de hacer proyectos en el horario de las 4:30 de la tarde, y aunque funcionaron bien, la empresa me invitó a asumir un nuevo reto en el horario estelar. Lamentablemente, este proyecto llegó tras el fallecimiento de mi amigo y compadre Nicandro Díaz. Él eligió esta historia y, tras su partida, me confiaron la responsabilidad de llevarla a cabo”.
Con esa misión en mente, Sada se enfocó en crear una producción que cumpliera con los altos estándares de la empresa y que, sobre todo, fuera apta para toda la familia. “Pensamos en que la audiencia mexicana vería la telenovela a las 8:30 de la noche, una hora donde están reunidos papá, mamá, los niños, los abuelos… Tenía que ser un contenido amigable y profundo a la vez”.
Desde el primer momento, el proyecto sorprendió al productor por su pertinencia. “Parecía escrito bajo esas premisas familiares que se me pidieron, aunque no fue así. Fue un reto muy interesante adaptar la historia para cumplir con esos requerimientos”, explicó.
Un elenco que da vida a historias reales
Para Sada, uno de los ejes fundamentales de la telenovela es la construcción de personajes con los que el público pueda identificarse. “Tenemos a dos hermanas: una ambiciosa, y otra que atraviesa una situación de abuso, interpretada magistralmente por Dana Haro. Su hermana, Gaby Mellado, también aporta una gran experiencia actoral”.
En el terreno de los villanos, Víctor González y Laura Carmine destacan por su intensidad. “Víctor es tan bueno haciendo de malo que bromeo con él diciéndole que como bueno no convence. Y Laura, con quien he trabajado en tres telenovelas, es increíblemente versátil”.
El elenco se completa con nombres como Pedro Moreno, Eva Cedeño y David Zepeda. “Eva interpreta a una madre soltera, lo que nos exigía encontrar una pareja protagónica con la edad y química adecuadas. Pedro hizo un gran trabajo con el niño Guevara, y la conexión entre ellos fue inmediata”.
Uno de los grandes descubrimientos fue Sofía Olea, quien interpreta a una náufraga. “Este es su reto más importante hasta ahora. Le dije: ‘Las cosas pasan por algo, y sé que lo harás muy bien’. Somos partidarios de abrirle camino a nuevos talentos para que el público se familiarice con ellos”.
Una historia anclada en un escenario real
La producción se realizó en La Peñita, Nayarit, una comunidad de pescadores que encajaba perfectamente con el contexto de la historia. “Buscábamos una bahía pequeña, casi una caleta, que replicara el entorno original. Hicimos scouting y encontramos este lugar mágico, donde la gente nos recibió con los brazos abiertos. Fue la primera vez que se grabó una telenovela ahí”.
El clima también fue un aliado inesperado. “Tuvimos la suerte de que no se presentaran huracanes ni contratiempos. Fue una bendición”.
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