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20.04.2020 | Newsline Report | Negocios

Operadores Pymes de América Latina redoblan esfuerzos para mantener la conectividad

Ante la contingencia del coronavirus y la pandemia, los servicios de telecomunicaciones como Internet, TV paga y telefonía, se han transformado en esenciales para mantener conectadas en especial a la población vulnerable o de zonas alejadas o pequeñas poblaciones, allí donde trabajan fuertemente los operadores Pymes. Pero el sector no es ajeno a las vicisitudes de la macro economía y comienza a ver el futuro con incertidumbre.

“La industria es privada e independiente y está regida por las reglas de la economía, que también se ha visto muy afectada. Nuestras redes están estresadas por el aumento del tráfico de datos, tenemos costos en continuo aumento, el cierre de nuestros locales comerciales, bancos y lugares de pago han afectado enormemente las cobranzas, y las nuevas exigencias en cuanto a la continuidad del servicio ciertamente están afectando la viabilidad de las empresas”, destacó Walter Burzaco, presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), mientras los operadores asociados gestionan soluciones lógicas y prudentes, sin esquivar a su compromiso con la sociedad y cumpliendo con el rol al asumir ante semejante desafío.

Para recordar en cifras de las crisis contemporáneas, en la Gran Depresión los valores bursátiles llegaron a caer en 1932 un 52%; en 1973 el petróleo empujó al Dow Jones a una caída del 27%, en tanto que en 2008 las hipotecas sub-prime lo llevaron a un -34% anual. El Covid-19 ya puso freno con lo que se estima un rojo del 16% para este año, por lo que probablemente ningún sector saldrá indemne o sano de esta situación.

Sin embargo, para la industria de las telecomunicaciones, Internet es un servicio clave para enfrentar la contingencia por el COVID-19, aunque las redes fijas tienen como principal desafío ser eficientes y capaces de soportar un aumento de la demanda,  que también podría traducirse en un beneficio, de acuerdo con analistas de la industria. Pero, Burzaco aseveró que “el problema está concentrados en la parte económica: cobrar los servicios y pagar las obligaciones, principalmente las que tenemos con los trabajadores”.

En este sentido, Salomón Padilla, Vicepresidente de Asociación de Telecomunicaciones Independientes de México (ATIM) dijo: “La primera problemática es la económica tanto por el suscriptor ante el confinamiento de trabajadores no esenciales, y sin ingresos, que los pone en la disyuntiva entre el alimento para la familia o pagar por servicios de telecomunicaciones. En cuanto a lo macroeconómico, la situación en México con la considerable alza del dólar, la baja del petróleo y problemas internos, generan una contracción del crédito y que sea más costosa la adquisición de insumos”.

Si bien el Gobierno Federal de México declaró la industria de telecomunicaciones como esencial, en algunas poblaciones los trabajadores de operadores han tenido problemas de movilidad, con detenciones a cuadrillas de reparaciones, etc. “Afortunadamente el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ante estas situaciones, realiza las gestiones con los gobiernos estatales y municipales. También es importante la salud y seguridad de los instaladores y trabajadores de los operadores, creando protocolos para protegerlos sanitariamente y su seguridad al cubrir zonas consideradas ‘calientes de México’”, dijo el VP de ATIM.

Desde la Cámara Uruguaya de TV para Abonados (CUTA) advirtieron que la crisis sanitaria, ya tiene “un fuerte impacto económico en la rentabilidad de las empresas, que ya venía deteriorada”. “Debido al impacto en la economía, hay un récord histórico de trabajadores con una notoria disminución de sus ingresos por estar en el seguro de paro, y una gran cantidad de cuentapropistas que no tienen ingresos por no poder desempeñar sus actividades. Este amplio sector de la población son mayoritariamente los clientes de los cables, por lo que genera un incremento muy importante de la morosidad, así como también las solicitudes de baja del servicio” , manifestó Washington Melo, presidente de CUTA, quien además comentó el cambio en la forma de trabajo, limitando o directamente suspendiendo la atención al público en las oficinas, implementando teletrabajo, y preparando  planes comerciales de contingencia para abordar las necesidades económicas de los clientes.

Las empresas del interior uruguayo, dada la proximidad y conocimiento de los clientes, están permanentemente realizando concesiones,  por lo que se ven afectados aún más  los ingresos. Aunque debido a la situación de encierro esperan que se sumen algunos clientes nuevos que ayudan un poco a mantener la facturación. “Prevemos un futuro muy complejo, ya que difícilmente se podrá mantener la recaudación”, concluyó Melo.

 

Ante el incremento, solicitan a los programadores anclar el dólar a un valor razonable

Un punto importante, es que en medio de la pandemia por el COVID-19, las recientes devaluaciones de las monedas en América Latina golpearon fuerte a las empresas del sector que cobran sus servicios en dinero local pero la mayoría de sus erogaciones y pagos tanto en tecnología como en programación están sujetos en dólares.

“A pesar de todo, las empresas están prestando el servicio con normalidad, obviamente con las debidas precauciones sanitarias tendientes a evitar el contagio del coronavirus. Hemos enviado a todos los proveedores de contenido, una nota formal,  poniéndolos en conocimiento de la realidad de las empresas, y solicitándoles acciones tendientes a paliar la misma”, manifestó el titular de CUTA.

“El incremento del tipo de cambio, ha puesto la economía y viabilidad de las empresas, en una situación muy delicada. Este escenario se agrava a partir del coronavirus, y de sostenerse en el tiempo como todo parece indicar, las Pymes inexorablemente no podrán continuar prestando el servicio, si no se recibe el apoyo de los proveedores de contenidos y ante grandes operadores internacionales, que de alguna manera fijan el techo de los precios”, explicó.

Al no poder acompañar ni la variable tipo de cambio, ni inflación en el abono mensual, Melo dijo que es imperativo que los socios proveedores de contenido colaboren con cláusulas que permitan anclar el dólar a un valor razonable, descuentos en las facturas mensuales mientras dure esta situación, y un descuento adicional en casos de señales cuya programación principal sea la transmisión en vivo de eventos deportivos, hasta que estos vuelvan a desarrollarse.

En este mismo sentido se dirigió la gremial colombiana Asociación de Operadores de Tecnologías de Información y Comunicaciones (ASOTIC) que tomando en consideración que aquellas casas programadoras que ofrecían contenidos deportivos, “se han visto afectadas por la suspensión de los mismos, también solicitan descontar los valores de estos contenidos, pues no tendría sentido pagar por algo que no se está ofreciendo”, afirmó su presidenta, Galé Mallol.

También la asociación colombiana pidió a DisneyDiscoveryTurnerTelevedHBOTelevisaAzteca y Viacom una revisión y adopción “urgente de las medidas con el fin de salvaguardar la prestación de los servicios de televisión por suscripción”, ante el impacto económico mundial que originó COVID-19 con “incremento del dólar a cifras jamás imaginadas y la suspensión de eventos deportivos y culturales que nutrían las parrillas de programación”.

“Este hecho sumado a la crisis que ya hemos venido enfrentando por situaciones tales como la competencia desleal, impuestos desmedidos, el apoyo del Gobierno a multinacionales con subsidios para brindar el servicio de internet a precios que no reflejan los costos reales de las operaciones, la disminución del consumo de la TV lineal, entre otros, generó una bomba de tiempo que nos tiene al borde de una crisis económica”, completó Mallol.

Ante esta situación, ASOTIC requirió a los programadores aplicar un descuento con una nueva fórmula con un dólar congelado, aunque consideran que la mejor alternativa a futuro es fijar los valores en pesos. La asociación de operadores colombiana requiere comprensión para adoptar medidas que les permitan superar la grave situación actual, lo que los lleva a buscar alternativas para evitar incumplimientos en los pagos o la suspensión de las señales.

Desde ATIM reconocieron que la mayoría de los programadores expresaron su solidaridad, incluso con opciones para ofrecer contenido extra ante la contingencia, aunque algunos gigantes internacionales no respondieron ante la propuesta.

 

Crecimiento de tráfico de datos

En el marco del COVID-19, las altas tasas de transferencia de datos también obedecen al elevado consumo de servicios de streaming de video, en plataformas como Netflix, y a la gran cantidad de videoconferencias por ZoomSkype o WhatsApp para sustituir el trabajo y las clases presenciales. Junto a los reguladores del sector de cada país, los operadores, que saben que la capacidad de las redes no es infinita, solicitaron a los usuarios que usen Internet con responsabilidad.

“El aislamiento social obligatorio hizo que la demanda de nuestros servicios naturalmente aumentara, no sólo por entretenimiento en el hogar, sino porque, entre otras cosas, mucha gente se volcó a trabajar o continuar su agenda de reuniones virtuales desde sus casas, mientras muchos chicos asisten a clases o estudian desde sus computadoras personales y el contacto con los familiares que viven dispersos solo puede hacerse por este medio”, señaló el presidente de ATVC.

Si bien desde esa asociación de Argentina no se realizan mediciones sobre la transmisión de datos, Burzaco comunicó guarismos de alguno de sus asociados: el uso de videoconferencias registró un crecimiento exponencial que llega en los picos a 4 veces lo que se empleaba antes; el streaming a través de plataformas de videos excede el 60% de aumento; el uso de juegos en línea creció un 100%; y la mensajería móvil se duplicó.

En cambio, los operadores de ATIM de México se adelantaron al aumento de consumo y, a través del IFT solicitaron a los OTT que alojaran sus contenidos en los servidores de caché o redujeran la calidad de video en algunos casos. “Afortunadamente respondieron de inmediato y sin necesidad de intervención gubernamental con las principales OTT, como Netflix, Amazon Prime y YouTube, que redujeron un 25% tanto su carga como contenidos HD”, comentóPadilla, por lo que esto impactó inmediatamente al tráfico de redes previo a alcanzar el máximo consumo.

“Con esa baja de cargas en nuestras redes más el consumo por parte de los suscriptores se ha mantenido más o menos igual el tráfico sin desmontar en un rango tan grande: el aumento del consumo de Internet ha sido de alrededor de un 25%, aunque han variado en horarios porque ahora todo el día la gente está conectada. Y además tenemos la suerte que no estamos tan sobre suscriptos en líneas por lo que no impacta en la calidad del servicio”, agrega. La gremial mexicana solo ha tenido problemas en los transportes de datos ya que a los carriers se les han caído algunos enlaces por saturación, pero que luego fueron corregidos.

 

El futuro en la industria de telecomunicaciones tras el impacto del COVID-19

A pesar de los efectos negativos de una menor actividad económica, las necesidades de información y comunicación vía remota para evitar contagios hacen que la demanda por servicios de contenidos y banda ancha para conexión no se detenga. Sin embargo, el golpe en la vida económica de las sociedades ya es importante y será quizás difícil salir de esta recesión mundial que frenó a casi todas las actividades a nivel global.

“El principal factor de la crisis es la incertidumbre. Porque nadie sabe cuánto tiempo va a durar la pandemia, ni cuánto va a afectar a las familias en su salud y economía, ni cuánto va a dañar la economía del país y de la región”, sostuvo Burzaco.

En cuanto a los cambios futuros que pueda llevar esta contingencia, Padilla opina que es probable que con los nuevos hábitos tomados en el aislamiento social obligatorio, las reuniones se resuelvan con un correo electrónico o juntas a través de videollamadas, que previamente se realizaban de forma personal entre latinoamericanos. O bien cambie algo en la educación con clases online y maestras/educadores que revisan las tareas y ven cara a cara a sus alumnos como en clase. “La digitalización y virtualzación de las empresas está cambiando por lo que creo que habrá algunas cosas positivas de toda esta emergencia sanitaria”, explicó el ejecutivo de ATIM.

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