La venta, aún sujeta a aprobación regulatoria, forma parte del plan de Telefónica de reorganizar su portafolio internacional, reduciendo paulatinamente su presencia en América Latina para concentrar esfuerzos en mercados europeos clave como España, Reino Unido y Alemania. La compañía opera en Ecuador bajo la marca Movistar, donde ocupa el segundo lugar en el mercado móvil, con cerca de cinco millones de usuarios y una participación estimada del 28%.
Esta transacción representa la más reciente de una serie de desinversiones que Telefónica ha ejecutado en la región. Millicom, por su parte, viene consolidando su expansión latinoamericana: el mes pasado anunció la compra de la unidad uruguaya de Telefónica por 440 millones de dólares, y a principios de año había acordado la adquisición de su operación en Colombia por 400 millones. Ya en 2019, Millicom había absorbido los negocios móviles de la compañía española en Panamá, Costa Rica y Nicaragua, con un desembolso total de 1.600 millones de dólares.
En un comunicado, Telefónica señaló que la decisión de vender su unidad ecuatoriana responde a la estrategia de “enfocar recursos en geografías prioritarias y generar valor sostenible para los accionistas”. La compañía ha intensificado esta reestructuración bajo el liderazgo de Marc Murtra, quien en abril fue enfático: “Nuestra prioridad es Europa. Mantendremos el liderazgo en Brasil y reforzaremos nuestro papel como operador industrial donde seamos más competitivos”.
Los movimientos recientes también incluyen la venta de la filial peruana a Integra TecInternational Inc, por un monto simbólico, marcando una pérdida significativa respecto a la inversión original de 2.000 millones de dólares en 1994. Asimismo, Telefónica mantiene negociaciones para desprenderse de su unidad en Chile, con el apoyo de Citi como asesor financiero, y ha pactado la venta de su operación en Argentina a Telecom Argentina por 1.200 millones de dólares.
Con esta nueva adquisición, Millicom refuerza su papel como actor relevante en el ecosistema de telecomunicaciones latinoamericano, mientras Telefónica continúa con su estrategia de concentración geográfica, apostando por su posición en mercados maduros y de mayor rentabilidad en Europa.
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