Por Mariano Kon, Transmedia Content & Business Specialist
Un cambio de época
La historia cultural demuestra que toda revolución tecnológica redefine las formas de creación. Así como la fotografía modificó el arte pictórico o los sintetizadores revolucionaron la música, la inteligencia artificial está alterando los cimientos del audiovisual. “Al igual que los pintores del siglo XIX y los músicos de los años setenta, quienes trabajamos en esta industria debemos reinventarnos”, señala Mariano Kon. Para el especialista, el avance de la IA es tan disruptivo como inevitable, un fenómeno que ya atraviesa todos los niveles de la producción y cuyo impacto se expande a velocidad inédita.
De la automatización a la creación expandida
Las aplicaciones de IA no se limitan a tareas operativas o de eficiencia: hoy están presentes en todas las etapas del proceso audiovisual, desde la concepción de ideas hasta la distribución de contenidos. “Las herramientas de inteligencia artificial son poderosas y abarcan desde la generación de ideas y guiones hasta la confección de presupuestos o incluso la creación completa de piezas audiovisuales”, explica Kon. Sin embargo, advierte que el verdadero diferencial no será técnico sino creativo. “La magia sucederá cuando las IA sean apropiadas por los artistas, los innovadores y los soñadores”, sostiene.
Nuevos escenarios laborales y dilemas éticos
Como toda revolución tecnológica, esta transformación implica un reacomodamiento profundo en el mundo del trabajo. “Las perspectivas de reestructuración y los cambios en los oficios son una realidad”, advierte Kon. Al mismo tiempo, emergen desafíos legales y éticos: “Hasta hace poco, las IA estaban en manos de ingenieros; hoy son los abogados quienes intentan establecer límites frente a los dilemas que plantean”.
Creatividad y resiliencia
Frente a este panorama, Kon propone una mirada optimista: entender a la inteligencia artificial no como sustituto de la sensibilidad humana, sino como un amplificador de su potencial creativo. “Aunque las consecuencias inmediatas en el empleo sean significativas, las IA nos harán más rápidos, más eficientes y más rentables”, afirma.
Su reflexión final resume el espíritu de esta nueva era: “La verdadera revolución de las IA vendrá desde la creatividad y de quienes se atrevan a cambiar las reglas. Mientras miramos las nuevas olas, ya somos parte del mar”.
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