El festival alemán siempre ha sido el trampolín para varios cineastas de América Latina y la 64º edición no fue la excepción. El cineasta mexicano Alonso Ruizpalacios fue galardonado por Güeros, presentado en la sección Panorama, a la mejor ópera prima de la Berlinale, que simboliza la fuerza creativa del cine en América Latina, reconocida ampliamente este año con cuatro directores seleccionados en el concurso por el Oso de Oro, y numerosos filmes en las secciones paralelas. Trata de un road movie en blanco y negro en busca del corazón de México, su juventud rebelde y su música.
Por su parte, la ópera prima Ciencias naturales, de la argentina Matías Lucchesi yprotagonizada por la niña Paula Hertzog y la actriz Paola Barrientos, alzó la distinción al Gran Premio del Jurado Internacional de la sección Generation Kplus. El premio de € 7.500 fue por “mostrar un puro y destilado viaje de búsqueda de la identidad. Es un cuento atrapante con una actuación maravillosa y una visión clara. Fuerte en su simpleza, el filme tocó nuestros corazones”, indicó el jurado, integrado por niños y adolescentes alemanes.
La coproducción uruguaya-argentina Historia del miedo, ópera prima de Benjamin Naistat; la producción argentina La tercera orilla, de Celina Murga y la cinta brasileño-francesa Praia do Futuro, de Karim Ainouz, se quedaron con las manos vacías en la sección oficial. Otro cineasta mexicano que estuvo presente fue Diego Luna, quien presentó César Chávez, una ficción sobre ese líder chicano de los años 60 que defendió a los trabajadores agrícolas mexicanos en Estados Unidos.
Además de Praia do futuro, había otras cuatro películas brasileñas en Berlín, entre ellas Hoje eu quero voltar sozinho, de Daniel Ribeiro. Por su parte, el cineasta Diego Araújo presentó Feriado, la primera película ecuatoriana en participar en la Berlinale que compitió en la categoría de ‘Generación 14 Plus’ con 60 producciones audiovisuales, de 35 países, entre cortos y largometrajes.
Dos estudiantes de la Escuela Internacional de cine de San Antonio de los Baños, de Cuba, la francesa Juliette Touin y la inglesa Jayisha Patel, llevaron sendos cortos a Berlín, La casona y Un paraíso, producidos con dinero cubano.
Con cerca de 400 películas, de todos los géneros, estilos y presupuestos, proyectadas durante diez días, la Berlinale es una vitrina única para los cineastas latinoamericanos.
Se impuso el cine asiático
El filme chino Bai Ri Yan Huo (Black Coal, Thin Ice), dirigido por Yinan Diao, obtuvo el Oso de Oro en la Berlinale y el premio a su protagonista, Liao Fan. La japonesa Haru Kuroki ganó el Oso de Plata a la mejor actriz por la película The Little House, dirigida por Yoji Yamada Asimismo, se fue a China el Oso de Plata a la mejor contribución artística, que recayó en Tui Na (Blind Massage), de Ye Lou.
La película preferida por la crítica y el público, Boyhood, del estadounidense Richard Linklater y rodada a lo largo de 12 años, obtuvo el Oso de Plata a la mejor dirección. El jurado presidido por el productor y guionista estadounidense James Schamus sorprendió con esas decisiones, lo mismo que en la relativa al Premio Especial del Jurado para la parodia The Grand Budapest Hotel de Wes Anderson.
Por parte del cine anfitrión, con cuatro películas a competición, Kreuzweg, dirigida por Dietrich Brügemann y centrada en el calvario de una muchacha sometida a los dogmas del fundamentalismo católico de la Hermandad de Pío XII, ganó el Oso de Plata al mejor guion.
A lo largo de los diez días de la Berlinale se vendieron al público un total de 330 mil entradas -en las secciones oficial, exhibición, retrospectivas, etc.- cómputo que supone un récord en este festival que llegó este año a su 64 edición.
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