Tecnología 25.10.2013 > Argentina

BVS: 10 años con la profesionalización como norte

Facundo Favelukes, Presidente de BVS, sostiene que el crecimiento de estructura que experimenta la compañía está siendo empujado y motorizado por el crecimiento de sus negocios. Reconoce que la clave pasa por la profesionalización de todas las áreas, así como por la definición de procesos y su estandarización.

¿Qué reflexión le merece los primeros diez años de vida de BVS en la industria broadcast argentina?
Estos diez años han sido absolutamente vertiginosos. Nosotros iniciamos en el año 2003 con una expectativa muy baja; de hecho, nuestro “plan de negocio” era vender una cámara. Diez años después hemos alcanzado la segunda o tercera posición en el mercado, compitiendo con empresas muy fuertes y con muchos años de trayectoria. Sin lugar a dudas, esto constituye un honor y una satisfacción personal muy importante. Hace 22 años que trabajo en la industria, tengo más años dentro que fuera, y haber contruido las amistades y relaciones con Clientes, provedores y colegas me genera mucha alegría. Asimismo, estoy muy feliz por el equipo que me ha tocado formar: hoy, la empresa cuenta con 50 personas con un nivel de profesionalismo altísimo que nunca hubiese imaginado conducir.

A menudo, suele hablar de la capacidad de reinventarse que ha tenido la compañía desde su creación. ¿Podría definir lo que ese concepto ha significado para la empresa?
El concepto está vinculado con lo que venía diciendo. La primera vez que nos reinventamos fue cuando entendimos que las cámaras que pretendíamos vender requerían de ciertos y determinados accesorios, razón por la cual comenzamos a formar nuestra familia de productos. Después, comprendimos que esa venta necesitaba soporte y que detrás de la cámara había un montón de tecnología. Más adelante, advertimos que se venían migraciones tecnológicas muy importantes y que debíamos prepararnos porque la demanda del mercado venía no solo con la venta de la caja sino ya con servicios asociados. Oportunamente, observamos que frente a la solidez tecnológica de las marcas que representamos se requería de BVS una solidez financiera que permitiera que el negocio funcione y mantenga las tasas de crecimiento. Y esto nos llevó a asumir que también precisábamos de más y mejor gente.
Si analizamos desde nuestros inicios hasta hoy, somos una empresa integradora referente del mercado, las reinvenciones han sido constantes. De todas maneras, estoy convencido que esto es el principio; una empresa que solo tiene diez años es muy joven, con lo cual imagino unos diez o veinte años más donde la compañía pueda atravesar procesos y estándares lo suficientemente claros para poder continuar más allá de mi gestión.

¿Cuáles han sido los hitos clave a lo largo de estos diez años, que han marcado su impronta a la hora de conducir la compañía?
Aunque parezca una respuesta de cassete, el punto de partida fue la demanda y la confianza de nuestros clientes. Cuando nosotros vendimos un equipo y ese cliente confió y nos pidió algo más, nos fue  marcando la tendencia de lo que había que hacer. De hecho, una virtud fue haber sido capaces de dar respuesta a la demanda de nuestros clientes.
Pero si hablamos de hitos, el primero fue la construcción del estudio de P&E para Non Stop con Andy Mooney, José Lobo, Gastón Gualco y con la direccion de Patricio Rabuffetti . Por entonces, debido a crisis de los años 2001 y 2002, hubo muchas empresas que estaban complicadas y debieron vender sus equipos para poder reinventarse; también hubo otras, que se habían capitalizado la crisis y estaban creciendo. La unión de esas dos puntas resultó estratégico para nuestro crecimiento ya que muchos de los principales actores de esta industria comenzaron a ver nuestra fomra de trabajo y confiar mas en nosotros. También el apoyo de amigos como Pablo Monzoncillo, Fernando Nasi y todo el team de La Corte que fue de mucha importancia para nosotros en ese momento.
Otro momento muy importante se dio al sumar a mi hermano Roberto (Favelukes) a la estructura de la empresa, fundamentalmente porque él venía de un mundo corporativo muy diferente a lo que yo conocía. Y vale destacar que fue capaz de aportar una visión y una forma de comunicar BVS muy marcante, de fronteras afuera de la compañía.
Otro hito muy interesante fue cuando Roger Dean nos vino a visitar y confió en nosotros para darnos una marca de peso a nivel mundial como Arri. debido a la historia y la percepción de calidad que posee Arri considero que fue un paso fundamenta. Tambien recuerdo perfectamente que la primera marca que nosotros representamos fue Datavideo y que John Stapsy fue la primera empresa del exterior que visitó BVS.
A partir de ese momento las cosas comenzaron a ser un poco más fáciles porque empezábamos a tener estructura, facturación, negocios, y ya contábamos con la confianza de los clientes y de los proveedores.
El otro punto de quiebre fue la representación de Avid y despues de Evertz, una marca netamente broadcast y de muy alta calidad percibida, lo que nos posibilitó comenzar a recorrer el paso siguiente del camino. Fue una alianza que nos posicionó como una verdadera empresa broadcast, que contaba con el respaldo de la fábrica y de nuestro equipo interno para soportalo. Nosotros lo sabíamos y la marca también, el mercado tenía que creerlo.  Hoy somos líderes indiscutidos, luego de haber superado muchos y muy arduos exámenes. De ahí en más, todo fue más simple.

Los integrantes históricos de BVS somos esencialmente comerciales. ¿En qué momento advirtieron la necesidad de dar un salto e incorporar ingenieros a su staff?
Conceptualmente, nos reconocemos comerciales, pero todos venimos de un mundo vinculado con la técnica. Personalmente, puedo decir que he trabajado en móviles de exteriores y también con pantallas de video. Si bien no soy ingeniero, la parte tecnica no es algo que desconozca porque he estado muchos años del otro lado del mostrador. Y eso fue lo que me permitió comenzar a entender cuáles eran las necesidades. Lo mismo le pasó a mi hermano Roberto, que venía de ser cliente no comercial.
Cuando hace unos tres años empezamos a alcanzar mayor crecimiento, tanto de estructura como de facturación y de volumen de negocios, advertimos que el mercado nos demandaba servicios profesionales e ingeniería asociada a los proyectos. Y ahí entendimos que no solo teníamos que profesionalizarnos en el área de ingeniería sino también en la definición de procesos y en su estandarización, en las estrategias comerciales y de marketing, en las estrategias administrativas y financieras. A partir de ese momento, comenzamos a probar con algunos recursos. Debo reconocer que al principio nos generaba mucha incertidumbre asumir los costos de ese crecimiento, hasta que un día hicimos el clic y decidimos incorporar a los mejores. Eso fue lo que hicimos y lo que estamos haciendo.  Hoy por hoy, está muy claro que al profesionalizar nuestra estructura también nos hemos convertido en un espacio atractivo para otros profesionales. Siempre descreí de las empresas unipersonales con un dueño omnipresente; claramente, prefiero que quienes trabajen conmigo sean capaces de trascender mucho más que yo.

¿Cómo encuadra esa perspectiva con una empresa de carácter familiar?
Lo que pasa es que somos una empresa familiar atípica. No tengo socios, pero a mis hermanos los elegí para trabajar en BVS por su currículum. Entendí que para cada uno de los momentos que se fueron incorporando, eran las mejores opciones para ocupar los puestos que estaban disponibles. Eso es clave para entender por qué hay cuatro Favelukes en el staff de la empresa. De todas maneras, sabemos que este es un dato de la realidad que nos tiñe como empresa familiar y no renegamos de eso, al contrario; pero más allá de eso, hay que remarcar que hoy somos 50 personas en el equipo de BVS. De manera que los Favelukes somos menos del 10% de los integrantes de la empresa, habiendo gente que está por arriba y por debajo de los apellidos. Entre ellos esta Juan Carlos Guidobono, que tiene un currículum impecable  y una trayectoria admirable, es nuestro director de ingeniería. Él es quien armó y está armando un equipo de profesionales de acuerdo con su criterio. Nosotros sabemos cuál es la visión de la compañía y hacia dónde la queremos llevar, pero en el área de ingeniería confiamos en su criterio para que pueda conformar el mejor equipo disponible. Lo mismo con nuestro director comercial Alberto Jonín, quien a su vez incoporó a una persona como Guillermo Gilles, de muchísima trayectoria en la industria broadcast, y a Gabriel Luzzani, con un importante camino hecho a nivel broadcast-IT. Idéntico criterio empleamos en el área de finanzas, tal vez con gente menos conocida en el sector pero muy profesionales. De modo que debajo mío y de mi hermano Roberto, existen tres direcciones muy sólidas que están armando estructuras para poder atender y atacar al mercado con el mayor profesionalismo posible.

¿La facturación y el volumen de negocios están acompañando este crecimiento de estructura que experimenta la compañía?
Sí, en efecto. Gracias al esfuerzo que estamos realizando, el crecimiento de la estructura está siendo empujado y motorizado por el crecimiento de los negocios. Siempre intentamos tener capacidad disponible, pero el crecimiento y la demanda de los negocios nos va absorbiendo todos los recursos que tenemos y que vamos sumando. No obstante, el crecimiento de los negocios ha sido desde siempre tan importante como los recursos que incorporamos.

¿Qué novedades hay respecto de marcas que se hayan incorporado BVS en el último año?
Tenemos novedades en torno a tres marcas. La primera de ellas gira en torno a Cisco, con quien venimos trabajando muy bien desde hace tres años como resellers. Ahora debido al crecimiento que hemos alcanzado, hemos sido promovidos a Systems Integrator Tier-1; se trata de la máxima categoría que otorga a sus canales autorizados, lo que nos convierte en una de las pocas empresas de la región que ha alcanzado ese rango en los últimos siete u ocho años. De manera que tenemos mucha expectativa y mucha fuerza puesta en los negocios con ellos de cara a los próximos años.
La segunda novedad está vinculada con la incorporación de Canare, que fabrica pacheras, conectores y cables de muy alta calidad. Es una marca que sumamos a partir de la última NAB.
Y más recientemente hemos realizado un acuerdo con Harmonic que viene a completar nuestra propuesta de soluciones end to end con productos de altísima calidad. En este sentido, es necesario remarcar que nuestro contrato no incluye compresión sino que está enfocado en la parte de servidores de playout y storage.

Finalmente, ¿cómo observa este momento que vive la industria broadcast en la Argentina?
La realidad es que el mercado está, la demanda existe y el potencial de crecimiento también. No obstante, todo estará sujeto a la coyuntura que determine la posibilidad o imposibilidad para realizar importaciones. Si pudiéramos importar podríamos continuar sosteniendo esta tasa de crecimiento, al menos por dos o tres años más; de lo contrario, será muy difícil reinventarse. De todas maneras, nosotros estamos trabajando en diversas estrategias y acciones para poder pasar un eventual escenario de crisis de uno o dos años sin realizar grandes ajustes y salvaguardando la estructura que tenemos actualmente. Esa es una decisión muy firme, ya que la única apuesta que considero  válida es la de la continuidad.
 
© Newsline Report 2013

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