Tecnología 03.07.2018 > Latinoamérica

Claves para lograr mayor eficiencia en los centros de datos

David Cabrera, Director de Desarrollo de Negocios de Vertiv, explica en esta columna por qué el monitoreo de energía es el punto de inicio para la eficiencia del centro de datos.

La gente con frecuencia me pregunta: “¿cómo puedo hacer más eficiente mi centro de datos?”. Este es un cuestionamiento perfectamente razonable, ya que cada vez es más importante poder optimizar costos y la infraestructura del negocio, sin embargo, para poder responder de esta pregunta primero se deben contestar tres puntos básicos.
 
Vivimos en un mundo conectado en el que es vital proteger los datos y la información importantes. Entonces, es prioridad asegurarse que la infraestructura física del centro de datos pueda adaptarse con rapidez para admitir futuras demandas por el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y el crecimiento en la nube o en ubicaciones periféricas sin comprometer eficiencia operativa.
 
Actualmente, estos escenarios son recurrentes por lo que será difícil saber dónde comenzar si no se ha implementado un análisis de eficiencia energética y determinar la criticidad de la operación o de procesos particulares. Se trata de algo básico, pero que con frecuencia es un escenario que se pasa por alto. 
 
El monitoreo de energía es el punto de inicio para la eficiencia del centro de datos. Ya que nos da una visión de dónde se está consumiendo la energía y puede ayudar a descubrir posibles fuentes de ineficiencia.
 
Debemos tener presente que existen áreas donde es muy probable que las empresas estén perdiendo eficiencia y, sin sorprendernos, son los cuatro elementos más importantes para cualquier centro de información:
 
• La carga del sistema que alimenta a los UPS (Densidad por rack).
• El equipo de enfriamiento, es la configuración y diseño del aire acondicionado de precisión del Cuarto de Cómputo (CRAC, siglas en inglés) y la energía de entrada a estos.
• La calidad de la energía en el suministro eléctrico.
• La ubicación del centro de datos en sí misma y su distribución. 
 
Las primeras tres hablan, en números, de la efectividad del uso energético (PUE, por sus siglas en inglés), que permiten referenciar sobre cómo se desempeña un centro de datos en comparación con otras organizaciones con infraestructura similar. De esta forma, se puede llegar a un primer escenario sobre qué está funcionando como se espera y qué no.
 
Por esto es muy importante tener presente los parámetros y controles que dan una historia más detallada sobre qué ha ocurrido. Mientras que los números PUE se enfocan solamente en la infraestructura, estas variables consideran infraestructura, equipo de sistemas conectado a éste y la instalación como un todo. Es importante ver todo el panorama y considerar cuáles son las áreas de oportunidad que se deben aprovechar.
 
Hay un número de cambios que se pueden hacer desde el comienzo para incrementar la eficiencia. Por ejemplo, revisar el inventario y analizar detenidamente qué es lo que hay, especialmente servidores viejos, routers, apagadores, almacenaje, que pueden no estar siendo utilizados y considerar retirarlos o consolidarlos.
 
También hay que analizar el contexto fuera del centro de datos, cualquier cosa que caiga bajo la misma denominación, como máquinas de fax (¿cuándo fue la última vez que se envió un fax?), impresoras, etcétera, especialmente si toman energía del UPS. Por otro lado, cuando hablamos del software, se debe pensar en las plataformas que existen y cuán eficientes son, junto con los procesos adicionales que pueden estar utilizando, incluso cuando no están siendo utilizadas.
 
Hasta se tiene que analizar el tipo de organización/limpieza del lugar de trabajo puede reducir el consumo de energía. Incluso cosas simples como asegurar que las luces estén apagadas cuando nadie esté en el centro de datos puede tener un gran impacto.
 
Ahora, si en verdad su organización necesita una gran cantidad de aparatos, valdría la pena invertir en OPEX para mejorar el equipo y reducir el número de aparatos y el tamaño total de la infraestructura. Cada equipo que retiren tiene un efecto dominó de impacto positivo de ahorro de energía, especialmente en el centro de información.
 
Lo que llama la atención es que es mucho más común de lo que se piensa la falta de visibilidad de muchos operadores de sistemas en cuanto en dónde y cómo se está consumiendo la energía. Cabe destacar que es difícil saber dónde comenzar si no se ha implementado un sistema de medición de energía, y sin embargo, esto es algo que con frecuencia es pasado por alto, por tal razón, los responsables de la infraestructura pasiva debe contar con las herramientas necesarias para cumplir con sus tareas, pero también saber optimizar los recursos para contribuir con el negocio desde todas las áreas.
 
© Newsline Report 2018
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